Ser docente implica una gran responsabilidad. Es un compromiso permanente con los estudiantes, con su formación integral como profesionales y seres humanos, teniendo presente que son ellos la clave para el desarrollo y evolución social y cultural del país. Esta actividad nos permite compartir experiencias, conocimientos, y favorece la interacción entre la academia, la empresa y la sociedad como un vínculo imprescindible para el desarrollo de las naciones.